Curso 9o

Recursos

Aqui están las temáticas de grado 9o para consulta y repaso:

 

- Mitos y leyendas

- Tipos de mitología

- La literatura en la época precolombina

- La literatura de la colonia

- El romanticismo

- El modernismo y el realismo

- Literatura contemporánea siglo XX

- El boom literario latinoamericano

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Los recursos de video para el grado 9o. Utilízalos!!!

 

Temas:

 

Literatura precolombina: El Popol Vuh

Literatura de la Colonia: Desde Ercilla Hasta La independencia

El Romanticismo

El Modernismo

  

DIFERENCIANDO MITOS DE LEYENDAS

Las palabras mito y leyenda suelen evocarse en forma conjunta, porque la asociación de significados entre ambas es prácticamente espontánea.

 

Sin embargo, es posible establecer una diferenciación entre ambas: Por una parte la leyenda suele ser un relato maravilloso que algunas veces tiene origen en algún evento histórico, pero que suele estar enriquecido por numerosos elementos fantásticos. Es una producción literaria de creación colectiva sobre la existen diferentes versiones.

 

Leyenda es una narración oral o escrita, con una mayor o menor proporción de elementos imaginativos y que generalmente quiere hacerse pasar por verdadera o fundada en la verdad. Se transmite habitualmente de generación en generación, casi siempre de forma oral, y con frecuencia son transformadas con supresiones, añadidos o modificaciones.

 

Por otra parte el mito describe más claramente una historia que guarda una estrecha relación con aspectos religiosos. Posee componentes alegóricos evidentes que refieren a una fuerza de tipo creadora o mágica que forma parte vital de la tradición que los genera. Los mitos, tienen así, una influencia importante dentro de las costumbres de una sociedad.

 

El mito (del griego mythos, 'cuento') es la narración de hechos sobrenaturales protagonizado por personajes sobrenaturales (dioses, semidioses, monstruos) o extraordinarios (héroes). Los mitos son las creencias religiosas que ayudan al hombre a comprender e interpretar los misterios del universo.

 

Según la visión de Lévi-Strauss, uno de los estudiosos más influyentes del mito, a todo mito lo caracterizan tres atributos:

 

* trata de una pregunta existencial, referente a la creación de la Tierra, la muerte, el nacimiento y similares.

* está constituido por contrarios irreconciliables: creación contra destrucción, vida frente a muerte, dioses contra hombres.

* proporciona la reconciliación de esos polos a fin de conjurar nuestra angustia.

 

Tipos de Mito

Se distinguen varias clases de mitos, los hay de muchas formas:

 

• Mitos Teogónicos: Relatan el origen y la historia de los dioses. A veces, en las sociedades de tipo arcaico, los dioses no son preexistentes al ser humano.

 

• Mitos cosmogónicos: Intentan explicar la creación del mundo. Son los más universalmente extendidos y de los que existe mayor cantidad. A menudo, la tierra, se considera como originada de un océano primigenio. Por su parte, el ser humano puede ser creado a partir de cualquier materia, guijarro o puñado de tierra, a partir de un animal, de una planta o de un árbol. Los dioses le enseñan a vivir sobre la tierra. Ejemplo: Origen de los Tobas

 

• Mitos etiológicos: Explican el origen de los seres y de las cosas; intentan dar una explicación a las peculiaridades del presente. 

 

• Mitos escatológicos: Son los que intentan explicar el futuro, el fin del mundo; actualmente, en nuestras sociedades aún tienen amplia audiencia. Estos mitos comprenden dos clases principales: los del fin del mundo por el agua, o por el fuego.

 

• Mitos morales: Aparecen en casi todas las sociedades: lucha del bien y del mal, ángeles y demonio, etc. En definitiva, los inventos y las técnicas particularmente importantes para un grupo social dado se hallan sacralizadas en un mito.

 

• Mitos histórico-culturales: Son las creencias de tipo social extendidas vulgarmente entre la población, basadas en una subjetiva interpretación historiográfica; principalmente fundamentada en un malentendido, o en una truncada o parcial transmisión de realidad histórica. Se caracteriza por la imposibilidad de poder ser considerada como veraz, como se definiría para una estricta leyenda histórica, con cierto rango de certidumbre todavía no demostrada en el tiempo.

 

 

Leyenda: LA MADRE MONTE:

Los campesinos y leñadores que la han visto, dicen que es una señora corpulenta, elegante, vestida de hojas frescas y musgo verde, con un sombrero cubierto de hojas y plumas verdes. No se le puede apreciar el rostro porque el sombrero la opaca. Hay mucha gente que conoce sus gritos o bramidos en noches oscuras y de tempestad peligrosa. Vive en sitios enmarañados, con árboles frondosos, alejada del ruido de la civilización y en los bosques cálidos, con animales dañinos.

Los campesinos cuentan que cuando la Madremonte se baña en las cabeceras de los ríos, estos se enturbian y se desbordan, causan inundaciones, borrascas fuertes, que ocasionan daños espantosos. Castiga a los que invaden sus terrenos y pelean por linderos; a los perjuros, a los perversos, a los esposos infieles y a los vagabundos. Maldice con plagas los ganados de los propietarios que usurpan terrenos ajenos o cortan los alambrados de los colindantes. A los que andan en malos pasos, les hace ver una montaña inasequible e impenetrable, o una maraña de juncos o de arbustos difíciles de dar paso, borrándoles el camino y sintiendo un mareo del que no se despiertan sino después de unas horas, convenciéndose de no haber sido más que una alucinación, una vez que el camino que han trasegado ha sido el mismo.

El mito es conocido en Brasil, Argentina y Paraguay con nombres como:   Madreselva, Fantasma del monte y Madre de los cerros.

Dicen que para librarse de las acometidas de la Madremonte es conveniente ir fumando un tabaco o con un bejuco de adorote amarrado a la cintura. Es también conveniente llevar pepas de cavalonnga en el bolsillo o una vara recién cortada de cordoncillo de guayacán; sirve así mismo, para el caso, portar escapularios y medallas benditas o ir rezando la oración de San Isidro Labrador, abogado de los montes y de los aserríos

 


La creación
La creación

Mitología Maya

LA FORMACIÓN DEL HOMBRE

He aquí, pues, el principio de cuando se dispuso hacer al hombre, y cuando se buscó lo que debía entrar en la carne del hombre.

 

Y dijeron los Progenitores, los Creadores y Formadores, que se llaman Tepeu y Gucumatz: "Ha llegado el tiempo del amanecer, de que se termine la obra y que aparezcan los que nos han de sustentar y nutrir, los hijos esclarecidos, los vasallos civilizados; que aparezca el hombre, la humanidad, sobre la superficie de la tierra." Así dijeron.

 

Se juntaron, llegaron y celebraron consejo en la oscuridad y en la noche; luego buscaron y, discutieron, y aquí reflexionaron y pensaron. De esta manera salieron a luz claramente sus decisiones y encontraron y descubrieron lo que debía entrar la carne del hombre.

 

Poco faltaba para que el sol, la luna y las estrellas aparecieran sobre los Creadores y Formadores.

 

De Paxil, de Cayalá, así llamados, vinieron las mazorcas amarillas y las mazorcas blancas.

 

...Y moliendo entonces las mazorcas amarillas y las mazorcas blancas, hizo lxmucané nueve bebidas, y de este alimento provinieron la fuerza y la gordura y con él crearon los músculos y el vigor del hombre. Esto hicieron los Progenitores, Tepeu y Gucumatz, así llamados.

 

 

...De maíz amarillo y de maíz blanco se hizo su carne; de masa de maíz se hicieron los brazos y las piernas del hombre. Únicamente masa de maíz entró en la carne de nuestros padres, los cuatro hombres que fueron creados.

 

("Popol Vuh",Tercera Parte, Capítulo I)     

 

    

LITERATURA PRECOLOMBINA

 

"Esta es la memoria de las cosas que sucedieron y que hicieron. Ya todo pasó. Ellos hablan con sus propias palabras y así acaso no todo se entienda en su significado; pero, derechamente, tal como pasó todo, así está escrito. Ya será otra vez muy bien explicado todo. Y tal vez no será malo. No es malo todo cuanto está escrito. No mucho hay escrito a cuenta de sus traiciones y de sus alianzas.

Los que lo saben vienen del gran linaje de nosotros, los hombres mayas. Esos sabrán el significado de lo que hay aquí cuando lo lean. Y entonces serán claros los oscuros signos del Katún; porque ellos son los sacerdotes. Los sacerdotes se acabaron, pero no se acabó su nombre, antiguo como ellos."

 

Tomado del Chilam Balam

 

Anteriormente a la de lengua española, florece en América Una Literatura en los lenguajes indígenas. Las principales muestras conservadas corresponden a las tres grandes culturas: mexicana (azteca) maya e inca.

 

Gran número de himnos y poemas del México precolombino son recogidos por los misioneros hispánicos, de modo principal por el franciscano Fray Bernardino, de Sahagún, en su Historia general de las cosas de Nueva España, la mayor parte de estas composiciones son cantos litúrgicos, destinados a venerar las divinidades.

 

También se encuentran poemas amorosos o festivos, caracterizados por su colorido desbordado y las continuas alusiones a la naturaleza.

 

El único poeta de nombre conocido es Netzahualtcóyolt, rey de Texcoco, del tiempo inmediatamente anterior a la conquista.

 

El Popol Vuh y los hombres de maíz

Popol: Palabra maya que significa reunión, comunidad, casa común, junta.

Vuh: Libro, papel, árbol de cuya corteza se hacía el papel.

 

Popol Vuh, este nombre se lo dio Brasseur de Bourbourg, al libro del Consejo Indígena Quiché. Fue escrito originalmente en piel de venado, luego trascrito en 1542 a letras latinas por Fray Alonso del Portillo de Noreña, texto que encontró Fray Francisco Ximénez en Santo Tomás Chichicastenango en 1701 e hizo una nueva copia.

 

El libro contiene numerosas narraciones unidas dentro de un todo religioso, mitos, ritos y figuras esotéricas, parten de lo espiritual a lo objetivo y nos revelan la manera de concebir el mundo, los dioses y la vida de los mayas hasta tiempos de la creación, tiene una división de cuatro narraciones o cuatro edades, donde evolutivamente se llega hasta los últimos días de los Quichés-mayas.

 

Este texto fue el libro tradicional de los indios que habitaban en la región del quiché, en Guatemala, cuyo origen, como el de los pobladores de la península de Yucatán, era por supuesto maya.

 

(En el siguiente link se puede consultar el texto del Popol vuh - ir a menu links)

http://www.bibliotecasvirtuales.com/biblioteca/literaturaaborigen/PopolVuh.asp

 

El Libro de Chilam Balam

 

“La palabra de los dioses se ha vuelto ininteligible, o bien esos dioses se han callado”, escribió Todorov, quien recoge una pregunta desgarradora que se repite incansablemente y sin respuesta en el libro maya del Chilam Balam: “¿Cuál será el profeta, cuál será el sacerdote que dé el sentido verdadero de la palabra de este libro?”.

 

Escrito mucho tiempo después de la Conquista, durante el siglo XVIII, las profecías del Chilam Balam eran retrospectivas: “Estas cosas se cumplirán, nadie podrá detenerlas”; “Hay que amar esas palabras como se aman las piedras preciosas, pues nos hablan de la futura introducción del Cristianismo”.

 

El Chilam Balam de Chumayel narra un mito originario similar al Popol Vuh, donde los dioses del inframundo dominaban y tenían cautivo al universo.

 

En clave apocalíptica, al igual que otros relatos mesiánicos de la época de la conquista, el Chilam Balam relata la destrucción y el renacimiento de los nueve niveles del inframundo y los trece cielos, el robo de la Gran Serpiente, el desmoronamiento del cielo, y el hundimiento de la tierra.

 

El Chilam Balam de Chumayel es acaso el más importante de los Chilam Balams, textos sagrados y proféticos escritos por los sacerdotes Mayas especialmente en Yucatán durante la conquista española. Los autores de esta obra esotérica y difícil como toda escritura sacra y tradicional, como todo libro de sabiduría, parecen ampararse en la religión cristiana para de este modo poder transmitir las doctrinas cosmogónicas autóctonas las cuales son asimiladas a la religión de los conquistadores, como sucede hasta nuestros días.

 

Texto Chilam Balam(fragmento): (ir a menu links)  

http://americaindigena.com/s2docs.htm

    

LITERATURA DE LA CONQUISTA Y LA COLONIA

 

En la Literatura Hispanoamericana tratamos con el habla de los países americanos donde sus residentes practican el idioma español. La Literatura Hispanoamericana tiene sus comienzos con la llegada de las tres carabelas de Colón. Cierto que en el Nuevo Mundo existían civilizaciones con culturas propias bien definidas. Desafortunadamente la mayoría de éstas fueron erradicadas, pero todas, de una forma u otra, han influenciado las literaturas de nuestra América Hispana.

 

Común entre estas literaturas hispanas en América son sus comienzos en las crónicas de los conquistadores y los catecismos de los evangelizadores. Avanzan a un período de transformación, afectado por la influencia española, donde la conciencia criolla se desarrolla en identidad nacional. Y de ahí en adelante es donde se ponen interesantes. Volverán a ocurrir transformaciones, de reflexión cultural, pero cada una de ellas, con cierta influencia de sus vecinos, toma su propio camino. Se vuelven a consolidar en el Modernismo, para sólo después retornar de nuevo a sus rumbos ya trazados.

 

Las primeras obras de la literatura latinoamericana pertenecen tanto a la tradición literaria española como a la de sus colonias de ultramar. Así, los primeros escritores americanos -como el soldado y poeta español Alonso de Ercilla y Zúñiga, creador de "La Araucana" (1569-1589), una épica acerca de la conquista del pueblo araucano de Chile por parte de los españoles- no habían nacido en el Nuevo Mundo.

 

Las guerras y la cristianización del recién descubierto continente no crearon un clima propicio para el cultivo de la poesía lírica y la narrativa, por lo cual la literatura latinoamericana del siglo XVI sobresale principalmente por sus obras didácticas en prosa y por las crónicas. A mediados del siglo XVI aparecen ya creaciones de autores americanos: crónicas, poemas y obras teatrales de carácter religioso. Especialmente destacadas en este terreno resultan la "Verdadera historia de la conquista de la Nueva España" (1632), escrita por el conquistador e historiador español Bernal Díaz del Castillo, lugarteniente del explorador y también español Hernán Cortés.

 

Alonso de Ercilla
Alonso de Ercilla

Alonso de Ercilla y Zúñiga (1533-1594), fue un soldado español, y fue un poeta que escribió la primera gran epopeya americana y a la vez, es una representación del renacimiento español: La Araucana.

 

  Había nacido en Madrid, y sirvió en la corte del príncipe, Felipe II. En 1556 llegó a Perú con el virrey Hurtado de Mendoza. En 1557 acompañó el hijo del virrey, García Hurtado de Mendoza, cuando fue nombrado Gobernador de Chile, Ercilla lo acompañó y participó en la expedición contra los araucanos.

 

Durante esa expedición que duró más de año y medio, Ercilla se sintió admirado por el heroísmo y del espíritu indómito de los indígenas araucanos en los enfrentamientos con los soldados españoles, y estas experiencias vividas tan de cerca, le inspiraron el poema épico La Araucana (la primera parte se publicó en 1569 y posteriormente, en 1578 y 1589, las dos partes restantes) la gran obra épica culta de la literatura americana, sobre la conquista de La Araucania que formó parte del Virreinato del Perú.

 LA ARAUCANA

Este poema épico de Alonso de Ercilla y Zúñiga, "La Araucana" (1569-1589) fue escrito para celebrar las batallas españolas contra los indígenas y narra las tremendas luchas de las tropas españolas contra los indómitos indios araucanos de Chile, que defienden su libertad y sus tierras con toda su valentía ofrendando sus vidas.

 

CANTO PRIMERO (Fragmento)

 

El cual declara el asiento y descripción de la provincia de chile y estado de arauco, con las costumbres y modos de guerra que los naturales tienen; y asimismo trata en suma la entrada y conquista que los españoles hicieron hasta que arauco se comenzó a rebelar.

 

No las damas, amor, no gentilezas de caballeros canto enamorados, ni las muestras, regalos y ternezas de amorosos efectos y cuidados; mas el valor, los hechos, las proezas de aquellos españoles esforzados, que a la cerviz de Arauco no domada pusieron duro yugo por la espada.

 

Cosas diré también harto notables de gente que a ningún rey obedecen, temerarias empresas memorables que celebrarse con razón merecen,raras industrias, términos loables que más los españoles engrandecen pues no es el vencedor más estimado de aquello en que el vencido es reputado.

 

Suplícoos, gran Felipe, que mirada esta labor, de vos sea recebida, que, de todo favor necesitada, queda con darse a vos favorecida. Es relación sin corromper sacada de la verdad, cortada a su medida; no despreciéis el don, aunque tan pobre, para que autoridad mi verso cobre.

 

Quiero a señor tan alto dedicarlo, porque este atrevimiento lo sostenga, tomando esta manera de ilustrarlo, para que quien lo viere en más lo tenga; y si esto no bastare a no tacharlo, a lo menos confuso se detenga pensando que, pues va a Vos dirigido, que debe de llevar algo escondido.


Texto completo (ir al menu links)

Y cómo fue?...

Las primeras obras de la literatura latinoamericana pertenecen tanto a la tradición literaria española como a la de sus colonias de ultramar. Así, los primeros escritores americanos —como el soldado y poeta español Alonso de Ercilla y Zúñiga, creador de La Araucana (1569-1589), una épica acerca de la conquista del pueblo araucano de Chile por parte de los españoles— no habían nacido en el Nuevo Mundo.

 

Las guerras y la cristianización del recién descubierto continente no crearon un clima propicio para el cultivo de la poesía lírica y la narrativa, por lo cual la literatura latinoamericana del siglo XVI sobresale principalmente por sus obras didácticas en prosa y por las crónicas. 

 

El espíritu del renacimiento español, así como un exacerbado fervor religioso, resulta evidente en los textos de comienzos del periodo colonial, en el que los más importantes difusores de la cultura eran los religiosos, entre los se encuentran el misionero e historiador dominico Bartolomé de Las Casas, que vivió en Santo Domingo y en otras colonias del Caribe; el autor teatral Hernán González de Eslava, que trabajó en México, y el poeta épico peruano Diego de Hojeda.

 

México (actualmente Ciudad de México) y Lima, las capitales de los virreinatos de Nueva España y Perú, respectivamente, se convirtieron en los centros de toda la actividad intelectual del siglo XVII, y la vida en ellas, una espléndida réplica de la de España, se impregnó de erudición, ceremonia y artificialidad. 

 

Esta aceptación quedó de manifiesto, en el terreno de la literatura, por la popularidad de las obras del dramaturgo español Pedro Calderón de la Barca y las del poeta, también español, Luis de Góngora, así como en la producción literaria local. El más destacado de los poetas del siglo XVII en Latinoamérica fue la monja mexicana Juana Inés de la Cruz, que escribió obras de teatro en verso, de carácter tanto religioso —por ejemplo, El divino narciso (1688)— como profano.

 

La mezcla de sátira y realidad que dominaba la literatura española llegó también al Nuevo Mundo, y allí aparecieron, entre otras obras, la colección satírica Diente del Parnaso, del poeta peruano Juan del Valle Caviedes, y la novela Infortunios de Alonso Ramírez (1690), del humanista y poeta mexicano Carlos Sigüenza y Góngora.

 

En España, la dinastía Borbón sustituyó a la Habsburgo a comienzos del siglo XVIII. Este acontecimiento abrió las colonias, con o sin sanción oficial, a las influencias procedentes de Francia, influencias que quedaron de manifiesto en la amplia aceptación del neoclasicismo francés y, durante la última parte del siglo, en la extensión de las doctrinas de la ilustración. Así, el dramaturgo peruano Peralta Barnuevo adaptó obras teatrales francesas, mientras que otros escritores, como el ecuatoriano Francisco Eugenio de Santa Cruz y el colombiano Antonio Nariño, contribuyeron a la difusión de las ideas revolucionarias francesas hacia finales del siglo.

 

Durante esta segunda época, surgieron nuevos centros literarios. Quito en Ecuador, Bogotá en Colombia y Caracas en Venezuela, en el norte del continente, y, más adelante, Buenos Aires, en el sur, comenzaron a superar a las antiguas capitales de los virreinatos como centros de cultura y creación y edición literarias. Los contactos con el mundo de habla no hispana se hicieron cada vez más frecuentes y el monopolio intelectual de España comenzó a decaer.

INCA GARCILASO DE LA VEGA                                                                       

Garcilaso de la Vega (el Inca) (1539-1616), escritor y cronista peruano, uno de los mejores prosistas del renacimiento hispánico. Su visión del Imperio de los incas es fundamental en la historiografía colonial, y en ella brinda una imagen armoniosa, artísticamente idealizada y emocionalmente intensa del mundo precolombino y de los primeros años de la conquista. 

 

Escribe su obra enteramente en España, adonde viajó, en 1560, con el propósito de reclamar el derecho a su nombre (entre sus antepasados ilustres se encontraban el poeta Garcilaso de la Vega, Jorge Manrique y el marqués de Santillana), lo que consiguió, y a él agregó orgullosamente el apelativo Inca, por el que se le conoce. Se inició en la vida literaria en 1590, con la notable traducción de los Diálogos de amor de León Hebreo, a partir del original italiano.

 

Su obra máxima son los Comentarios reales, cuya primera parte (1609) trata de la historia, cultura e instituciones sociales del Imperio inca; en tanto que la segunda, titulada Historia general del Perú (publicada póstumamente en 1617), se ocupa de la conquista de esas tierras y de las guerras civiles. Se le considera y aprecia como excepcional y tardío representante de la prosa renacentista, caracterizada por la mesura y el equilibrio entre la expresión y los contenidos, así como por su sobria belleza formal.

PERIODO DE INDEPENDENCIA

El periodo de la lucha por la independencia ocasionó un denso flujo de escritos patrióticos, especialmente en el terreno de la poesía. La narrativa, censurada hasta el momento por la corona de España, comenzó a cultivarse y, en 1816, apareció la primera novela escrita en Latinoamérica —Periquillo sarniento, del escritor y periodista mexicano José Joaquín Fernández de Lizardi. En ella, las aventuras de su protagonista enmarcan numerosas vistas panorámicas de la vida colonial, que contienen veladas críticas a la sociedad.

 

La literatura y la política estuvieron íntimamente relacionadas durante este periodo en que los escritores asumieron actitudes similares a las de los tribunos republicanos de la antigua Roma. Desde sus inicios dan claras muestras de su preocupación por destacar los aspectos costumbristas de la realidad así como de su interés por los problemas de la crítica social y moral. 

JOSE JOAQUIN FERNANDEZ DE LIZARDI

Escritor autodidacta mexicano (1776-1827), primer novelista de Mexico con su obra "El Periquillo Sarniento", era conocido como El pensador Mexicano.

 

Nacido en la ciudad de México, comenzó a escribir poesía satírica para ridiculizar a determinados personajes de la sociedad capitalina de la época. En 1812 fundó El Pensador Mexicano, en el que se manifestó como abogado ardiente de la libertad de imprenta.  


Fernández de Lizardi es uno de los autores que está en las raíces del romanticismo hispanoamericano. Si el romanticismo se caracterizó por el ansia de libertad, el gusto por el pasado, lo legendario y lo exótico, la exaltación del yo y el sentimentalismo, en Hispanoamérica se acentuó además el sentimiento patriótico, la tendencia historicista y las actitudes humanitaristas de corte social.

 

Así, a las formas literarias de la poesía, el teatro, el ensayo y la leyenda se une la novela, que se afianzaría gracias a escritores como Lizardi, autor de la que se considera primera novela mexicana moderna, El Periquillo Sarniento (1816), de corte picaresco aunque neoclásico, y de intención didáctica.

 

En esta obra se narran las andanzas desventuradas de un joven mimado en su niñez que, huérfano muy pronto, queda sin armas para sobrevivir en la feroz sociedad novo hispana, obligado a vivir de trampas y hurtos. Es una crítica a la anacrónica forma de educación de los hidalgos, que aún sobrevivía en los albores de la independencia.

  

PERIODO DE CONSOLIDACIÓN

Durante el periodo de consolidación que siguió al anterior, las nuevas repúblicas tendieron a dirigir su mirada hacia Francia aún más que hacia España, aunque con nuevos intereses regionalistas. Las formas neoclásicas del siglo XVIII dejaron paso al romanticismo, que dominó el panorama cultural de Latinoamérica durante casi medio siglo a partir de sus inicios en la década de 1830. Al mismo tiempo, la tradición realista hispana halló continuación a través de las obras llamadas costumbristas (que contenían retratos de las costumbres locales).

 

La consolidación económica y política y las luchas de la época influyeron en la obra de numerosos escritores. Muy destacable fue la denominada generación romántica argentina en el exilio de oponentes al régimen (1829-1852) del dictador Juan Manuel de Rosas. Este grupo, muy influyente también en Chile y Uruguay, contaba (además de con Echeverría) con José Mármol, autor de una novela clandestina, Amalia (1855), y con el educador (más adelante presidente de Argentina) Domingo Faustino Sarmiento.

 

En Argentina, las canciones de los bardos gauchos fueron dejando paso a las creaciones de poetas cultos como Hilario Ascasubi y José Hernández que usaron temas populares para crear una nueva poesía gauchesca. El Martín Fierro (1872) de Hernández, en el que narra la difícil adaptación de su protagonista a la civilización, se convirtió en un clásico nacional, y los temas relacionados con los gauchos pasaron al teatro y a la narrativa de Argentina, Uruguay y el sur de Brasil.

 

La novela progresó notablemente en este periodo. Así, el chileno Alberto Blest Gana llevó a cabo la transición entre el romanticismo y el realismo al describir la sociedad chilena con técnicas heredadas del escritor francés Honoré de Balzac. 

EL ROMANTICISMO

El romanticismo se contrapone a la tradición establecida en los siglos XVIII y XIX, exaltando la naturaleza, la belleza y el espíritu de rebeldía del hombre. En Hispanoamérica encuentra un terreno fértil en las repúblicas entonces recién surgidas, enriqueciéndose con el patriotismo y el análisis histórico de la sociedad. Entre sus figuras cimeras se destacan Domingo Faustino Sarmiento, que nos legó, entre otras novelas, " Civilización y barbarie: Vida de Juan Facundo Quiroga" , en la que se describe las gentes, cultura, historia y política en el entorno de una Argentina aún dando sus primeros pasos como nación. Jorge Isaacs nos legó su única novela " María", una de las más destacadas del romanticismo hispanoamericano, que recrea, como contraste, la vida americana en un entorno romántico y triste, pero que también descansa en nuestras raíces. El romanticismo se constituye en el principal movimiento literario durante el siglo XIX hispanoamericano.

Introducción

Frente al racionalismo ilustrado y positivista que imperaba en la Europa del siglo XVIII, el romanticismo surgió, arrollador y vital, como un movimiento de exaltación del hombre, la naturaleza y la belleza, y como expresión del espíritu de rebeldía, libertad e independencia que dominó todas las áreas del pensamiento y la creación artística a lo largo de la segunda mitad del siglo XVIII y primera del siglo XIX.

El romanticismo fue una reacción frente a la tradición establecida; propugnaba la emancipación del individuo, cuyos rasgos particulares parecían correr el peligro de disolverse en la colectivización social creciente. Lo subjetivo, lo irracional y lo imaginativo empezaron a abrirse paso en un movimiento que planteó un giro total hacia lo humano, la naturaleza y la belleza inalcanzable, ideal y sublime. Los artistas románticos buscaron una huida de la realidad circundante, en busca de los territorios menos explorados, dando rienda suelta a la fantasía, la emoción y el encuentro con la naturaleza y la historia.

 

El romanticismo, primer movimiento literario en la vida libre del Nuevo Mundo, llega a América a través de dos vías:

- La del Atlántico, con el escritor argentino Esteban Echeverría (1805-1851) al regresar de París en 1830.

- La del Pacífico, con los españoles Fernando Velarde (1821-1880) y José Joaquín de Mora (1782-1864).

Los poemas La Cautiva, Elvira o La Novia del Plata y el relato El Matadero, de Echeverría, son considerados las primeras expresiones románticas importantes en el continente. La poesía, el teatro, la novela, el ensayo, el artículo de costumbres y la leyenda son las formas literarias más abundantes del romanticismo y bien puede decirse que el movimiento es responsable del auge que goza la novela y de su afianzamiento como género.

En verdad, la cronología del romanticismo prueba que su presencia fue larga y que alcanzó para cubrir dos o más generaciones; incluso, cuando aparecen tendencias de signo opuesto en el campo de la prosa, el espíritu romántico se resiste a desaparecer y se metamorfosea bajo distintas apariencias que le insuflan nueva vida e incluso le permiten alcanzar su verdadera grandeza. En una palabra, el romanticismo es el fenómeno capital de la literatura continental en el siglo XIX. Para justificar esa afirmación, bastaría mencionar a María de Jorge Isaacs, la novela más representativa de este período y otras obras de máxima importancia como el Facundo de Domingo Faustino Sarmiento, la poesía de Gertrudis Gómez de Avellaneda y Víctor Andrade, la novela antiesclavista Cecilia Valdés de Cirilo Villaverde y los ensayos políticos de Juan Montalvo, entre otros.

Jorge Isaacs
Jorge Isaacs

Jorge Isaacs                                                     

(Santiago de Cali, Valle del Cauca, 1 de abril de 1837 - Ibagué, Tolima, 17 de abril de 1895) fue un novelista y poeta colombiano, conocido sobretodo por su novela María, una de las obras más destacadas del romanticismo hispanoamericano. Su padre era George Henry Isaacs, un judío inglés procedente de Jamaica, que se instaló primero en el Chocó, donde se enriqueció con la explotación minera aurífera y el comercio con Jamaica, y después en Cali. El padre fue propietario de dos haciendas cerca de Cali, llamadas "La Manuelita" y "El Paraíso". Esta última, propiedad de la familia entre 1855 y 1858, será el escenario de la obra más importante del escritor, su novela María. "El Paraiso" está conservado hoy día como museo, con numerosas referencias a esta novela.

 

Intentó dedicarse al comercio, sin demasiado éxito, y probó suerte con la literatura. Sus primeros poemas datan de los años 1859-1860; en la misma época, emprende la escritura de varios dramas históricos. 

 

Sus desventuras económicas le llevaron en busca de abogados a Bogotá, donde encontró eco su actividad literaria. Leyó sus poemas a los miembros de la tertulia El Mosaico, quienes decidieron costear su publicación (Poesías, 1864). En 1864 comenzó a escribir su novela María. En esta época también, contrajo el paludismo, enfermedad de la que terminaría por morir a los 58 años de edad.

María se publicó finalmente en 1867, y tuvo un éxito inmediato, tanto en Colombia como en otros países de Latinoamérica


Isaacs se convirtió en una figura muy conocida en su país, y dio comienzo a una dilatada carrera periodística y política. Como periodista, dirigió en 1867 el diario La República, de orientación conservadora moderada, donde publicó artículos de tema político. 

 

María, como decíamos es una romántica, triste y clásica novela en cuya trama se unen el amor y el dolor de los amantes: Efraín y María.

 

Tiene como protagonista a Efraín, que viaja del Cauca a Bogotá para emprender sus estudios, dejando allí a su familia y a María, quien comienza a despertar un amor intenso en él. Al cabo de seis años regresa a su terruño, y se reaviva el amor adolescente. El idilio entre Efraín y María en esos tres meses que dura la estancia del joven antes de viajar a Londres a continuar sus estudios, los hace comprender que siempre estarán unidos por la intensidad de sus sentimientos. Pero si bien están apasionadamente enamorados, no quieren demostrarlo a los demás, y el romance se mantiene totalmente en secreto, solamente encubiertos por Emma, la hermana de Efraín. Sucede a la vez que un joven del lugar, Carlos, comienza a enamorarse de María y a pretenderla.

Mientras tanto, en el seno de la familia de Efraín, se suceden hechos que afectan a los jóvenes. Una sucesión de malos negocios afecta la salud del padre del muchacho. Llega el momento de la partida de Efraín con la preocupación de la situación económica familiar, el estado de su padre y por alejarse de su amada. Pero el momento de la partida ha llegado.

Pasaron dos años desde que Efraín se marchara, y María enferma gravemente. Al enterarse Efraín, emprende su regreso temiendo por la salud de su amada María.

Cuando el joven llega a su hogar, su hermana Emma, llorosa y de luto, le da la noticia de la muerte de María.

Efraín no encuentra consuelo a su dolor, y llora su congoja sobre la tumba de María. Después decide partir con infinita pena, sin saber bien hacia dónde, acompañado en sus sentimientos por el paisaje que se entristece en sombras como acompañando en el dolor al desconsolado Efraín.

 

Conclusiones

1.       El romanticismo fue el principal fenómeno literario de finales del siglo XVIII y de la mayor parte del siglo XIX.

2.       Domingo Faustino Sarmiento es una figura polémica, a la par de su impulso al desarrollo de la Argentina y sus aportes indudables a las ciencias, la enseñanza y la literatura, se señalan la crueldad de las tropas nacionales bajo sus órdenes en la represión de las rebeliones de los últimos caudillos y las levas forzosas de gauchos para luchar contra los indígenas.

3.       Domingo Faustino Sarmiento define a su Facundo como un ensayo histórico, pero utiliza en su elaboración importantes recursos de la novela, como son la descripción del paisaje, el diálogo y el relato novelístico de acontecimientos, tales como ceremonias y batallas.

4.       Facundo es una descripción de la vida social y política del país que tiene alcances sociológicos e históricos, pues ofrece en él una explicación sociológica del país fundada en el conflicto entre la civilización y la barbarie, personificadas respectivamente en los medios urbano y rural. 

5.       La novela del escritor colombiano Jorge Isaacs, María, es el ejemplo más puro de la literatura regionalista latinoamericana. A través de la historia de amor entre María y Efraín, el autor ahondó en la realidad americana.

6.       La obra se ha relacionado con Chateaubriand, pero puede encontrarse también en ella un sentimiento trágico de la existencia que recuerda a Edgar Allan Poe. La novela destaca por el sentimiento del paisaje, así como por la calidad artística de su prosa. Puede considerarse precursora de la novela criollista de las décadas de 1920 y 1930.

7.       María ha sido la novela más popular, imitada y leída de Latinoamérica sólo superada, según la crítica, por Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez.

 

EL MODERNISMO

  • Las características generales del modernismo pueden sintetizarse así:
  • a. Arte de minorías: la literatura es una actividad artística de elevados espíritus y no una mercancía de consumo popular; la literatura no es social sino personal;
  • b. Refinamiento y exquisitez: las obras deben reflejar una exquisitez y refinamiento de gusto, no sólo en los temas sino en la expresión.
  • c. La razón no es un elemento de la creación literaria: las fuentes de conocimiento y creación poética son la intuición y las facultades subconscientes del artista, y por ellos, las obras revelan un mundo fantástico, quimérico, sutil, caprichoso, melancólico; el mundo metacientífico es interesante (magia, ocultismo, teosofía, magnetismo, parapsicología, escatología, satanismo, etc.); los "raros" son objeto de especial interés y al mismo tiempo aptos para el arte.
  • d. Las sensaciones se corresponden entre sí: cada objeto del mundo exterior produce en el individuo y en el artista un conjunto de sensaciones correlativas; los perfumes, los sonidos y los colores se equivalen, y por eso puede hablarse de audición coloreatla (la a es negra, blanco horror) y otras correlaciones. 
  • e. La poesía debe expresar las impresiones que nos producen las cosas y no las cosas mismas (procedimiento impresionista de describir la naturaleza)
  • f. Sentimentalidad: los artistas de la nueva estética no pueden dejarla de lado;
  • g. Matiz: el arte debe expresar el matiz difuso de la realidad, los estados de ánimo indefinibles, lo que no es lógica ni psicológicamente claro y distinto;
  • h. Musicalidad: los versos, además de tener un contenido significativo, deben ser musicalmente atractivos por su mismo sonido, aun cuando esta selección de sonidos no encierre un significado comprensible o preciso.
  • i. Transposiciones de arte: este recurso tomado del parnasianismo, consiste en tomar técnicas de una arte y proyectarlo a otra: pintura-literatura (descripciones de obras plásticas y cuadros); teatro-literatura (descripción de gestos, actitudes y ademanes como si los personajes actuaran en un escenario), etc.
  • j. Preferencia por los temas exquisitos, decorativos, pintorescos y exóticos.
  • k. Renovación del vocabulario y de la sintaxis: neologismos, arcaísmos, barbarismos, latinismos.
  • l. Renovación de la versificación: actualización de antiguos versos olvidados, como los eneasílabos, los tercetos monorrimos y los cuartetos monorrimos, y combinaciones estróficas nuevas.
  • m. Búsqueda de la perfección formal (de inspiración parnasiana).
  • n. Individualismo.
  • o. Actitud aristocratizante y preciosismo.

Años que abarca y su expansión por América

Este movimiento puede enmarcárselo cronológicamente entre los años 1880 y 1910, en que se produce su agotamiento y liquidación. Hasta 1880-1890, aproximadamente, el mundo asistió a una transformación importante en política, religión, costumbres, artes plásticas, ciencias, filosofía y literatura, que de un modo genérico comenzó a denominarse más tarde modernismo, vocablo que en su origen se había aplicado a una forma heterodoxa del catolicismo. Sus rasgos más comunes eran un marcado anticonformismo y unos esfuerzos de renovación opuestos a las tendencias vigentes. Por extensión, las cosas y las ideas que rompían con la tradición anterior y que por lo tanto eran nuevas, cayeron bajo la denominación de modernismo, y dentro de ese rótulo, cayó también la literatura hispanoamericana y española de la época. 

La humanidad entra por esos años en aceleradas transformaciones. La filosofía transita del positivismo al hegelianismo, al pragmatismo, el neokantismo, el realismo, la filosofía de la ciencia, Nietzche y Bergson.

En Hispanoamérica, se produce la guerra de Estados Unidos y España (1898), que termina con la inmediata derrota española y su renuncia a la soberanía sobre Cuba, Puerto Rico y las Filipinas, con lo que se produce la disolución definitiva del antiguo y poderoso imperio español.

En el desarrollo del modernismo, es posible identificar los siguientes momentos:

Iniciación: La primera generación modernista (1882-1896). José Martí y Manuel Gutiérrez Nájera inician un trabajo de actualización de la lengua, principalmente en la prosa, aunque también en el verso, muy fijos al modelo español.

Culminación: En 1888, Rubén Darío publica su libro Azul. En esta época ya se habían realizado grandes innovaciones en la palabra poética. Por medio de su obra en Chile, Argentina y España, Darío realiza una tarea excepcional, que consolida el Modernismo como movimiento continental y se convierte en su síntesis más brillante, tanto en América como en España. En 1896 se edita Prosas Profanas, el libro de Darío que oficializa el Modernismo en Hispanoamérica.

Continuación: La segunda generación modernista. Consagrado Rubén Darío como jefe de la escuela del Modernismo, cuando ya los iniciadores habían muerto prematuramente, los escritores de esta segunda generación continuarían la obra con sus aportes personales. Ellos son, entre otros, Leopoldo Lugones, Ricardo Jaimes Freyre, Amado Nervo, y Julio Herrera y Reissig.
 

Autores representativos

Entre los principales autores del movimiento podemos citar a los uruguayos José Enrique Rodó, Julio Herrera y Reissig, y Juana de Ibarbourou; los mexicanos Gutiérrez Nájera, Amado Nervo, Agustín Yañez y Salvador Díaz Mirón; los cubanos Julián del Casal, Alejo Carpetier y José Martí; los chilenos Gabriela Mistral y Pablo Neruda; los argentinos Leopoldo Lugones, Enrique Larreta, Alfonsina Storni, Evaristo Carriego y Francisco Luis Bernardez; los peruanos José Santos Chocano, Manuel González Prada y Aurora Cáceres, el nicaragüense Ruben Darío, los venezolanos Manuel Díaz Rodríguez y Rufino Blanco Bombona, los bolivianos Ricardo Jaimes Freyre y Alcides Arquedad, el colombiano José Asunción Silva, los españoles Alberto Álvarez de Cienfuegos Cobos y Salvador Rueda, y el guatemalteco Enrique Gómez Carrillo.

 

LITERATURA LATINOAMERICANA DEL SIGLO XX

La madurez económica y política que alcanzaron los países hispanoamericanos a fines del siglo XIX permitió el abandono de la vieja imagen romántica del literato político, representado por Sarmiento, Montalvo, Arboleda y en otro plano José Martí.

 

El nuevo escritor es exclusivamente un artista y puede dedicarse a la búsqueda de la belleza. El nuevo escritor, generalmente, procede de familias acomodadas, pero rechaza el mundo de fantasía que estas clases sociales viven, prefiere huir de la sociedad, aunque a veces por vías poco adecuadas (suicidios, alcohol y drogas).

 

Dentro de este nuevo escenario, era lógico que los valores literarios adquirieran signos nuevos. La literatura hispanoamericana se nutre de dos fuentes principales, ambas francesas, el parnasianismo y el simbolismo. Con el primero, se acoge toda la influencia de Baudelaire y el ensalzamiento de los temas morbosos y, sobre todo, la obsesión por la belleza exótica. El simbolismo había pretendido con Mallarmé expresar la idea pura de la belleza, a través de la complicidad de imágenes dispares, cuya enunciación recreaba en el lector la figura requerida.

 

De los parnasianos y simbolistas procede también la actitud de desesperación vital, de angustia y de tedio. Y las corrientes filosóficas del momento son apropiadas para ello: quiebran la antigua confianza en el positivismo, el que es reemplazado por la moral del superhombre predicada por Nieztsche. Es la época del irracionalismo vitalista, de las luchas contra las trabas que el cristianismo impone al libre desarrollo del ser humano. Pero, también se siente, por otro lado, la estremecida, casi mítica necesidad de Dios (Unamuno, León Bloy).

 

Surrealismo y Existencialismo

El surrealismo se extinguió como movimiento artístico en la década de 1930. Sin embargo, sus planteamientos ideológicos orientados en contra de las teorías tradicionales sobre estética, ética y política y en favor de nuevos símbolos y mitos alejados del racionalismo, continuaron ejerciendo su influencia a través de todo el siglo XX.

El existencialismo moderno surgió en la Europa desgarrada por las luchas entre intereses encontrados, donde el hombre se sentía amenazado en su individualidad, en su realidad concreta. De ahí su énfasis en la fundamental soledad del individuo, en la posibilidad de encontrar la verdad por medio de una decisión intelectual, y en el carácter irremediablemente personal y subjetivo de la vida humana. 

 

Los nuevos literatos

Los poetas y prosistas americanos del siglo XX fueron renovadores de la lengua literaria americana: desterraron el lenguaje grave y afectado de la prosa romántica, sustituyeron el adjetivo tipificador por el adjetivo colorista y sugerente, depuraron el idioma, lo hicieron directo y hablado, incluso en medio de las más rebuscadas exquisiteces.

 

México: Revolución y literatura

La Revolución Mexicana no se expresó solamente a través de las armas; también hizo acopio de otras expresiones como medio para comunicar las ideas de quienes tomaron parte en ella como actores directos, a la vez que para reflexionar sobre esos acontecimientos y sobre su real significado en la vida de toda la sociedad.

La literatura de la Revolución Mexicana es ante todo una expresión en el ámbito de la narrativa, fundamentalmente la novela, esta aporta y complementa, para la comprensión del fenómeno revolucionario, aquello que fuentes documentales como los manifiestos, planes, proclamas, leyes y demás no pueden hacer: caracteriza, retrata de cuerpo entero a los personajes, sus ideas, sus anhelos y sus pasiones. También capta la literatura de la Revolución, la manera de actuar de los políticos de entonces y su falta de sinceridad,

 

La Revolución Mexicana representó una oportunidad para dar noticia literaria de hechos y de gente, para hacer creíbles acontecimientos y actitudes, para "retratar" el lenguaje y el habla de una caótica mezcla de personas de la más diversa extracción social, con diferentes ideas, convicciones y credos.

La narrativa de la Revolución Mexicana es una fuente para la memoria histórica, de ahí que haya sido retomada por el cine; porque ella muestra cómo la realidad supera a la ficción y porque el cine, como un medio masivo de comunicación, le recuerda a la sociedad esa memoria de su pasado.

 

Mariano Azuela 1873-1952

Gran escritor mexicano nacido en el Estado de Jalisco. El primer esfuerzo literario de Azuela fue Registro, escrito en 1889. En 1903 obtuvo un diploma en los Juegos Florales de Lagos por su narración De mi tierra. Cuatro años después publicó su primera novela María Luisa, Los fracasados (1908), y Sin Amor (1912) contienen todos los rasgos que caracterizan a su obra: sátira social, crudo realismo expresivo y construcción clásica de la novela. Mala Yerba (1909) es una obra precursora de la novela de la revolución.  

Aunque muy breve, Los de Abajo es la novela más famosa de Azuela, nacida de sus experiencias combatientes y de lo que observó en los campos de batalla revolucionarios. Su contacto con las tropas y los grupos revolucionarios le permitió reunir los datos directos y presentar un cuadro impresionante de la contienda civil. La novela alcanzó gran difusión en el extranjero y se tradujo a ocho idiomas, convirtiéndose en el punto de partida de una abundante literatura narrativa sobre las luchas revolucionarias del México moderno.

Novela "Los de abajo" de Mariano Azuela, obra cumbre de la revolución Mexicana.
Novela "Los de abajo" de Mariano Azuela, obra cumbre de la revolución Mexicana.

Rómulo Gallegos

Rómulo Gallegos Freire fue un destacado novelista y hombre de estado venezolano, nacido en Caracas, el 2 de agosto de 1884. Su obra más destacada, "Doña Bárbara" escrita en 1929, describe y analiza la inútil lucha contra la opresión en Venezuela. Las críticas hechas en esta novela por Gallegos hacia el dictador Juan Vicente Gómez, lo llevaron a vivir en un exilio voluntario en España durante el tiempo que duró la dictadura, desde 1931 hasta 1935.
Rómulo Gallegos fue uno de los mas notables novelistas de América. Sus novelas, caracterizadas por la lucha constante y los ambientes violentos, aun se encuentran vigente. Sus obras son y serán siempre consideradas de lectura obligada dentro de la literatura latinoamericana.

 

La poesía vanguardista latinoamericana

La primera mitad del siglo XX significó para la poesía latinoamericana un cambio fundamental en su calidad expresiva. Novedosas formas de métrica lírica, renovación del lenguaje poético, la incorporación de nuevos temas basados en la realidad concreta y social, determinaron una nueva época en la estética poética latinoamericana. La Vanguardia había comenzado, dejando atrás la clásica poesía influenciada por la métrica española y europea.

 

Rasgos principales del vanguardismo literario:                         

- Eliminación de la anécdota y la narración, de lo didáctico, confesional y sentimental.

- Ruptura de las relaciones de causalidad y del concepto tradicional de espacio y tiempo, con lo que surgen en estos poemas mundos fantásticos y caóticos con imágenes fragmentarias, sorprendentes, contradictorias y absurdas.

- El instrumento creador de estos mundos autónomos es la fantasía a través de la palabra, a la que se concede un valor mágico y demiúrgico que transforma los objetos en ideas y esencias (poesía pura) y que evoca contenidos misteriosos a través de la sugestión fónica del lenguaje poético.

- Culto a la imagen creada y a la metáfora insólita.

Nombres como Vicente Huidrobo, José Luis Borges, Pablo Neruda, Juan Gris representan este original movimiento literario y poético.

 

Vicente Huidobro (Chile, 1893-1948)

Escritor vanguardista chileno, fundador de su propio movimiento poético y defensor entusiasta de la experimentación artística durante el periodo de entreguerras.

El sucesivo rechazo de todos los postulados estéticos de la Vanguardia llevó a Vicente Huidobro a crear su propia corriente, bautizada como Creacionismo, en la que situaba al creador artístico a la altura de un dios, dedicado a crear un nuevo tipo de poesía que compitiera con la naturaleza en lugar de reflejarla.

Producción literaria: poemarios impresos en su país natal (Ecos del alma, La gruta del silencio, Canciones en la noche, Pasando y pasando, Las pagodas ocultas y Adán), uno aparecido en Buenos Aires (El espejo de agua)

En 1928, decidió retomar un largo y ambicioso proyecto en el que había empezado a trabajar diez años antes. Se trata de Altazor o El viaje en paracaídas, la obra cumbre del Creacionismo universal, que junto con Temblor de cielo (acabado también por aquellas fechas), constituye el mayor legado de Huidobro a la poesía de su tiempo.

 

Cesar Vallejo

Poeta y escritor peruano (Santiago de Chuco 1892 – París 1938). En 1918 editó su primera selección poética Los Heraldos Negros. En 1923 publicó las colecciones de cuentos: Escalas Melografiadas y Fabla Salvaje. Se instala en Madrid durante un tiempo y publica la novela social El Tungsteno (1931). Vuelve a París residiendo en la clandestinidad y muere en medio de la mayor penuria.

Póstumamente aparecieron Poemas Humanos (1939), y España, aparta de mi este cáliz (1940), que encierran su poesía de madurez, o de su niñez adulta. Debido quizás a su condición de auténtico mestizo, Vallejo logra transmitir, como en muy pocas voces, el alma de la idiosincracia peruana, muy llena de añoranza y arraigo al ámbito familiar.

 

Pablo Neruda, Poeta Chileno
Pablo Neruda, Poeta Chileno

Pablo Neruda: Premio Nobel de Literatura

Ricardo Eliecer Neftalí Reyes Basoalto nació en Parral, el 12 de julio de 1904.

Su seudónimo Pablo Neruda surgió a comienzos de la década que comenzó en 1920. Se ha señalado que la primera vez que lo adoptó fue ese mismo año, cuando escribió sobre el asalto a la Federación de Estudiantes firmando como Pablo Neruda. En 1921 Neruda conoció a Albertina Azócar, quien al parecer fue su primer amor. Neruda le dedicó a ella los primeros poemas de los tan conocidos Veinte poemas de Amor y una Canción Desesperada (1924).

El primer libro publicado de Neruda fue Crepusculario, que apareció en 1923 en la revista Claridad.

Durante 1949 escribió la mayor parte del Canto General. En 1971 se le otorgó el Premio Nobel de Literatura. Sus memorias fueron publicadas en forma póstuma: Confieso que He Vivido (1974).

Neruda falleció de cáncer el 23 de septiembre de 1973, doce días después del golpe militar que derrocó al gobierno de Salvador Allende.

El Boom Latinoamericano

El contexto social e histórico y las posibilidades de comunicación y difusión actuales, facilitaron la vigencia y trascendencia del boom, que no debe considerarse un movimiento, como el modernismo.

El carácter que más le conviene, con sus afinidades, diversidad y divergencias, es el de un impulso fundador. Ese impulso está despojado de servidumbres a la técnica y la temática. Su singularidad es producto de una profunda devoción por la palabra y el tratamiento del lenguaje. Su arquitectura fragua una extraordinaria intención expresiva sin ataduras a modelos establecidos, que se alimenta de la reivindicación de libertad, individualidad y autenticidad de sus protagonistas.

El salto mortal del boom es hacia su propia esencia, a partir de la superación del realismo de la narrativa regionalista e indigenista, imperantes en la literatura hispanoamericana durante las tres primeras décadas del siglo. 

 

Sus temas constantes son la fusión de lo real, lo ideal y lo fantástico, urgencia de crear una literatura distinta, ajuste de su producción al avance de las comunicaciones, solución de problemas morales, psicológicos y sociales.

1967 fue un año decisivo para las letras de América Latina, hasta entonces generalmente ignoradas en el panorama mundial. Ese año, el guatemalteco Miguel Ángel Asturias (1899-1974) se convirtió en el primer novelista latinoamericano en recibir el Premio Nobel de literatura (la chilena Gabriela Mistral lo había recibido por su poesía en 1945). También en junio de ese año apareció la novela Cien años de soledad, del colombiano Gabriel García Márquez (1928- ), que en pocos meses se convirtió en un best-seller mundial. Era la cúspide del "Boom" en la novela hispanoamericana, que había comenzado cuatro años antes con la gran popularidad de Rayuela (1963) del argentino Julio Cortázar (1914-1984), y que también incluía la obra del peruano Mario Vargas Llosa (1936- ) y la del mexicano Carlos Fuentes (1928- ), entre otros. Por primera vez en la historia, la producción literaria latinoamericana tenía un papel protagónico en la escena internacional.

Había un espíritu de unificación en torno al ideal de construir modelos sociopolíticos que beneficiaran a la mayoría de la población y no solamente a la élite, y una voluntad de reconocer la identidad común que presuntamente compartían los pueblos latinoamericanos. Pero, ante todo, se leían con admiración las novelas que desarrollaban estos ideales en una narrativa novedosa, vibrante y crítica que hacía que los latinoamericanos se sintieran modernos y al mismo profundamente diferentes de la modernidad europea.

 

Los escritores que conformaron el "Boom" de la novela, casi todos con ideología de izquierda, acapararon la atención mundial con una literatura que combinaba genialmente la experimentación moderna con elementos distintivos de la vida y la cultura latinoamericanas. Su lenguaje poético lograba captar muchas de las experiencias contradictorias de América Latina y exóticas o innovadoras para el Primer Mundo. Lo "normal" para los europeos y los norteamericanos aparecía descrito como algo "mágico" para la mirada narrativa, y lo inaudito o lo mágico para la mirada primermundista se describía como una cotidianidad ordinaria.

Julio Cortázar

Nació en Bruselas, Bélgica el 26 de Agosto de 1914, de padres argentinos. Llegó a la Argentina a los cuatro años. Paso la infancia en Bánfield, se graduó como maestro de escuela e inició estudios en la Universidad de Buenos Aires, los que debió abandonar por razones económicas. Trabajó en varios pueblos del interior del país. Trabajó como traductor independiente de la Unesco, en París, viajando constantemente dentro y fuera de Europa. En 1938 publicó, con el seudónimo Julio Denis, el librito de sonetos Presencia. En 1949 aparece su obra dramática Los reyes. Apenas dos años después, en 1951, publica Bestiario: ya surge el Cortázar deslumbrante por su fantasía y su revelación de mundos nuevos que irán enriqueciéndose en su obra futura: los inolvidables tomos de relatos, los libros que desbordan toda categoría genérica (poemas-cuentos-ensayos a la vez), las grandes novelas: Los premios (1960), Rayuela (1963), 62/Modelo para armar (1968), Libro de Manuel (1973). El refinamiento literario de Julio Cortázar, sus lecturas casi inabarcables, su incesante fervor por la causa social, hacen de él una figura de deslumbrante riqueza, constituída por pasiones a veces encontradas, pero siempre asumidas con él mismo, genuino ardor. Julio Cortazar murió en 1984 pero su paso por el mundo seguirá suscitando el fervor de quienes conocieron su vida y su obra.

Entre sus obras:

Los Reyes (1949), Bestiario (1951), Final de Juego (1956),con Continuidad de los parques y No se culpe a nadie, Las armas secretas (1959), Los premios (1960), Historias de Cronopios y de Famas (1962) con Instrucciones para subir una escalera, Historias de Cronopios y de Famas y Conducta en los velorios . Rayuela (1963), del capítulo 7, del capítulo 68, Todos los fuegos el fuego (1966), La vuelta al día en ochenta mundos (1967), 62/Modelo para armar (1968), Último round (1969), Libro de Manuel (1973), Octaedro (1974), Un tal Lucas (1979), Quremos tanto a Glenda (1980), Deshoras (1982), Nicaragua tan violentamente dulce (1983), Los autonautas de la cosmopista (1983), Divertimento (1986), El Examen (1986).

Cortazar es uno de los escritores más respetados, sobresalientes y entrañables de Latinoamérica, considerado como uno de los maestro del cuento y de la Literatura fantástica en el mundo y por supuesto en Latinoamérica.

Mario Vargas Llosa

Las primeras experiencias con la escritura llegaron a través de su trabajo como columnista en varios periódicos locales de Lima y de Piura. Estudia Letras y Derecho, en la Universidad de San Marcos, en 1953. Escribía ya entonces cuentos con gran inseguridad y mucho esfuerzo que podría publicar a través de varios periódicos. 

Los esfuerzos por llevar a cabo su vocación literaria dan su primer fruto cuando su primera publicación, un conjunto de cuentos publicados en 1959 con el título Los jefes, obtiene el premio Leopoldo Arias. En 1967 trabaja como traductor para la UNESCO en Grecia, junto a Julio Cortázar.

En 1975 es nombrado miembro de la Academia Peruana de la Lengua y en 1976 es elegido Presidente del Pen Club Internacional. En 1994 es designado como miembro de la Real Academia Española.

 

Algunas obras que forman parte de su vasta producción literaria:

Los jefes, (colección de cuentos - 1959); La ciudad y los perros, novela (1963); La casa verde, novela (1966); Los cachorros, relato (1967); Conversación en La Catedral, novela (1969); Pantaleón y las visitadoras, novela (1973); La tía Julia y el escribidor, novela (1977); ¿Quién mató a Palomino Molero?, novela policial (1986); Elogio de la madrastra, novela (1988); Contra viento y marea, volumen III (1983-1990), (1990); El pez en el agua, memorias (1993); Los cuadernos de don Rigoberto, novela (1997); La fiesta del Chivo, novela (2000); El paraíso en la otra esquina, novela (2003); La tentación de lo imposible, ensayo sobre Los Miserables de Victor Hugo (2004).

"Gabo"
"Gabo"

Gabriel García Márquez

Nace el 6 de marzo de 1928 en Aracataca, Magdalena. Gabriel García Márquez es criado por sus abuelos; asiste al Colegio San José de Barranquilla. Después de terminar su secundaria comienza a escribir una novela que en un principio titula "La casa".

Publica en El Espectador su primer cuento, "La tercera resignación". Se inicia en el periodismoy trabaja en el diario el Universal. Publica "Eva está dentro de su gato", "Tubal-Caín forja una estrella", "La otra costilla de la muerte" en El Espectador.

Después de varias obras que publica en los distintos periódicos donde trabajó publica su primera novela: "La hojarasca" en 1955. En el año de 1957, termina de escribir "El coronel no tiene quien le escriba". A ésta le sigue un libro de cuentos, "Los funerales de la Mama Grande" en 1961. En enero de 1965 se encierra a escribir la novela "Cien años de Soledad", su consagración literaria, con la que se gana el premio Nobel en 1982.

Ésta llega a tener gran éxito y muestra de ello es que esta primera edición se agota en pocos días. La crítica delira en entusiasmo y la fama del libro trasciende pronto las fronteras del idioma, por lo cual editores extranjeros comienzan a disputárselo.

Publica en 1970, "El relato de un náufrago", recopilación de reportajes aparecidos en El Espectador en 1955. En 1985, se da a conocer aún más por su novela "El amor en los tiempos del cólera". En 1991 da lugar a la publicación de "Doce cuentos peregrinos". Su última novela fue "Noticia de un Secuestro" que parece más bien un recuento periodístico y por esto ha dejado un pequeño vacío a sus lectores.

 

Carlos Fuentes

Nació en México, Distrito Federal. el 11 de noviembre de 1928. Novelista, ensayista y guionista de cine. Estudió la licenciatura en derecho en la UNAM. Realizó cursos de economía en el Instituto de Altos Estudios Internacionales de Ginebra, Suiza. Dirigió, junto con Octavio Paz, la Colección Literaria Obregón. Ha colaborado en la Revista Mexicana de Literatura (fundador y codirector con Emanuel Carballo), La Cultura en México (director), El Espectador (redactor 1959-1960) y en las principales publicaciones de E. U., Europa y Latinoamérica. Becario del Centro Mexicano de Escritores, de 1956 a 1957; ingresó al SNCA, como creador emérito, en 1994.

Post-Boom

La narrativa hispanoamericana más reciente (de 1975 en adelante), tras haber experimentado innovaciones vertiginosas en las décadas del sesenta y setenta que le merecieron el nombre de "nueva" ha sido designada, a su vez, con calificativos como "novísima", "posmoderna" o del "post-boom"que ha sido el más usado y el más criticado.

La línea divisoria entre la nueva y novísima narrativa suele ubicarse a mediados de los años setenta: la nueva narrativa es interpretada como producto de la década optimista de expectativas revolucionarias, mientras la novísima escritura queda estrechamente vinculada a la época de desilusión con los proyectos de democratización. Novelas como De amor y de sombra (1984) de la chilena Isabel Allende (1942- ), Ardiente paciencia (1985) de su compatriota Antonio Skármeta (1940), El color que el infierno nos escondiera (1981) del uruguayo Carlos Martínez Moreno (1917-1986) y Días y noches de amor y de guerra (1978) de su compatriota Eduardo Galeano (1940), pueden servir como una pequeña muestra de la enorme diversidad de formas que sirven para abordar la experiencia de dictaduras, violencia y exilio. (Tiene más que ver con la situación política de sus países.)

Quizás 1977 sería un año clave para tomarlo como punto de partida en nuestras consideraciones sobre la transformación de las formas narrativas, puesto que de aquí en adelante -al calor del éxito de los "novísimos"- entre los escritores más descollantes del boom puede observarse un progresivo abandono de formas estructuralmente complejas, herméticas, metaliterarias, a favor de novelas más accesibles al lector, organizadas alrededor de una trama-legible . Tras haber cultivado estructuras tan laberínticas como las de Conversación en La Catedral, El obsceno pájaro de la noche, Terra nostra y El otoño del patriarca: Mario Vargas Llosa, José Donoso Carlos Fuentes y Gabriel García Márquez derivan con sus "novísimas" novelas hacia un estilo más sencillo y una organización del relato sobre un argumento fácil de seguir. Sin embargo, hay que notar que es engañosa la sencillez de novelas como La tía Julia y el escribidor (1978) de Vargas Llosa, La misteriosa desaparición de la marquesita de Loria (1980) de Donoso, La cabeza de hidra (1978) de Fuentes o Crónica de una muerte anunciada (1981) de García Márquez. 

En resumen: la copiosa producción novelística de los setenta y ochenta en Hispanoamérica demuestra una diversificación de estilos y tendencias ideológicas. No cabe duda de que la experimentación formal —llevada a sus proporciones vertiginosas en las décadas anteriores— ha dejado una huella indeleble sobre la manera en la que el narrador hispanoamericano enfrenta y moldea la complejísima materia llamada Latinoamérica.